Arrendamientos comerciales (o la ley de la selva)

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¿Encontraste el local comercial perfecto pero te quieren hacer firmar un contrato tan largo como incomprehensible? ¿Te parece que el contrato es demasiado ventajoso para el propietario? ¿Intentaste negociar pero el arrendador no quiere ceder en nada? ¿El propietario te dice todo el tiempo que debes tenerle confianza y que todo saldrá bien?

Si respondiste que sí a una o más de las preguntas anteriores, no estás solo. ¡ Bienvenido a la ley de la selva, donde el más fiero prevalece ! 

En la provincia de Quebec, a diferencia de los arrendamientos residenciales, la autonomía contractual de las partes en materia de alquileres comerciales es casi absoluta. Puesto que se trata de una transacción comercial, a los ojos de la ley las partes saben lo que hacen y son libres a la hora de tomar sus decisiones.

En este contexto legal donde ninguna de las partes está particularmente protegida, la dinámica económica del mercado permite muchas veces a los propietarios exigir condiciones que les son extremadamente favorables y algunas veces hasta leoninas.

Entre las cláusulas que más sorprenden a los empresarios inmigrantes poco familiarizados con los usos locales, se encuentran las siguientes:

  • El término de duración inicial del contrato suele ser largo (usualmente 5 años). Al mismo tiempo, se limitan las posibilidades de renovación. Si al inquilino no le va bien con su negocio, un compromiso de 5 años puede acarrearle responsabilidades muy onerosas; si, por el contrario, le va bien, el propietario podrá sacar provecho al momento de la renovación.
  • La renta se compone por lo general de 2 partes: la renta básica, que es un monto fijo, y la llamada renta adicional. Esta última es variable e incluye cosas como los impuestos municipales y ciertos costos operativos del inmueble. Muchas veces es muy difícil para el inquilino saber exactamente cuánto le costará el alquiler.
  • En caso de incumplimiento, las responsabilidades y penalidades son por lo general muy severas para el inquilino.
  • Si el inquilino es una compañía de reciente constitución, a los accionistas se les exigirá probablemente una garantía personal, es decir una fianza o aval. En este caso, si al negocio le va mal, los dueños responderán personalmente.

Algunos consejos prácticos

  • Antes de firmar un contrato de arrendamiento comercial, asegúrate de comprenderlo bien. Busca ayuda profesional si no entiendes alguna cláusula. 
  • Pídele al propietario comprobantes pasados de los costos definidos como renta adicional. Así podrás sacar cuentas y anticipar posibles aumentos.  
  • Intenta negociar los puntos que te sean desfavorables. Muchas veces se pueden mejorar las condiciones.
  • Si las obligaciones que te impone el contrato son demasiado onerosas y no puedes asumir el riesgo, busca otro local.
Para más información sobre nuestros servicios legales en materia de arrendamientos comerciales y otras áreas de interés para empresarios e inversionistas, llámame al +1 514 907-3231 (extensión 101) o escríbeme a orodriguez@wmr-law.ca.

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